En cualquier instalación eléctrica podemos distinguir 3 partes fundamentales, cada una de las cuales debe contemplarse con suma atención (sobre todo cuando se planea realizar en espacios exteriores): las acometidas, las derivaciones y las tomas.
Antes de entrar con más detalle a analizar cada una de estas partes enunciadas, lo primero a lo que debemos aludir es la normativa vigente que regula las instalaciones eléctricas de baja tensión en espacios exteriores, que principalmente afecta a las acometidas y el cableado principal y cuya obra, modificación y/o manipulación recomendamos encarecidamente poner en manos de un profesional autorizado. Recuerda que, si quieres saber mucho más sobre este tema, puedes descargar gratuitamente nuestra Guía para la decoración de exteriores y jardines:
Normativa vigente para las conexiones eléctricas en exteriores
Por razones de extensión y complejidad, obviaremos aquí la normativa que afecta a los establecimientos públicos y a la modificación/manipulación de instalaciones eléctricas en espacios comunitarios o comunes. En caso de tener que alterar, modificar o manipular elementos de una instalación comunitaria o perteneciente a un espacio que no sea de uso estrictamente privado, deberemos ponernos en manos de un instalador autorizado y (posiblemente) realizar un proyecto oficial que tendrá que aprobar el pertinente organismo o agencia pública.
En lo que respecta a la normativa vigente, y en términos generales, debemos tener en cuenta que las acometidas pueden ser subterráneas o aéreas. En ambos casos se requieren conductores con un mínimo de 6mm2 de sección y un aislamiento de 1.000 voltios. En el caso de las acometidas subterráneas (requisito extensible a las derivaciones, tanto principales como secundarias), el cableado deberá ser enterrado en zanjas de 60 cm de profundidad y dispuesto sobre un lecho de arena, con bandas de material plástico o tejas de cerámica que actúen como materiales avisadores.
En cualquier caso, pero sobre todo en el de las instalaciones y acometidas subterráneas, deberemos dejar un espacio mínimo de separación de 20 cm entre la instalación eléctrica y las del resto de suministros, como el agua o el gas. Las redes de telefonía y datos constituyen un caso a parte que trataremos en otros posts.
Acometidas y derivaciones eléctricas
La acometida enlaza la red de suministro eléctrico con la caja principal de nuestra instalación, por lo que requiere un mayor grado de conocimientos y experiencia, y en ningún caso es recomendable que se lleve a cabo su conexión, modificación o manipulación por parte de personal no profesional o no capacitado para ello.
Algo similar ocurre con las derivaciones eléctricas, que si bien no son tan complejas ni habitualmente requieren la aprobación del proyecto eléctrico en cuestión, sí son fundamentales para la seguridad de cualquier instalación eléctrica, por lo que siempre es aconsejable dejarlas en manos de profesionales e instaladores autorizados.
Sin embargo, a veces los requisitos a que nos obliga la decoración del jardín y de exteriores no pasan por llevar a cabo complejas instalaciones eléctricas, por lo que cualquiera, con algunos conocimientos básicos sobre el tema, puede realizar su propia instalación incluso si esta precisa una derivación propia en el sistema eléctrico del hogar.
En lo que a derivaciones se refiere, una instalación eléctrica puede variar mucho respecto a otra. Partiendo del cuadro eléctrico principal y fijándonos en su configuración, cada una de las derivaciones eléctricas del hogar cuenta con un interruptor diferencial que activa o desactiva el flujo eléctrico a través de ella: eso es común a todas las instalaciones. Sin embargo, en algunos casos se establecen derivaciones propias para enchufes, otras para iluminación e incluso algunas exclusivamente para los electrodomésticos que necesitan una mayor potencia; en otros casos, las derivaciones se realizan de acuerdo con la distribución de las estancias: una derivación para dormitorios, otra para la cocina y una más para el resto de las habitaciones suele ser una configuración común.
Cuando pensemos en realizar una instalación eléctrica en jardines y exteriores, deberemos tener en cuenta las especificidades propias del espacio a cubrir: mayor o menor exposición a elementos externos, materiales y sustancias corrosivas, etc., por lo que es aconsejable, siempre que sea posible, crear una derivación de la línea eléctrica principal destinada exclusivamente a alimentar las tomas eléctricas y la iluminación que se concreten en terrazas y jardines. En este último caso, además, es recomendable implementar una caja secundaria de diferenciales en el primer punto de distribución, con una toma de tierra propia para aumentar la seguridad de la instalación. De este modo, en el caso de sufrir algún percance este no afectaría a la red eléctrica principal y podríamos manipular la derivación del jardín sin tener que desconectar la corriente general del hogar.
Tomas eléctricas en exteriores
Una vez dispongamos de una derivación para el exterior, deberemos realizar el diseño de la distribución eléctrica en el espacio que deseemos cubrir. En este punto será fundamental prever con la suficiente antelación qué elementos, complementos, y accesorios eléctricos ubicaremos, de modo temporal o permanente, en nuestros espacios exteriores.
Por supuesto que siempre podremos usar extensores de cable aptos para exteriores con el propósito de solucionar cualquier necesidad puntual, pero no es de ningún modo aconsejable recurrir asiduamente a ellos, máxime cuando podemos planificar con suficiente antelación la distribución eléctrica en nuestra terraza o jardín.
Por ello es básico elaborar un esquema en el que consten cada una de las tomas necesarias con su correspondiente trazado, incorporando también al mismo las necesidades de iluminación y los interruptores respectivos, para lo cual será indispensable que tengamos más o menos clara la distribución del espacio y los elementos de decoración de exteriores que deseemos integrar en él.
No hace falta decir que las cajas, los enchufes y los interruptores que se ubiquen en los exteriores, ya sea en terrazas o en jardines, deberán ser estancos y ofrecer niveles de protección IP e IK adecuados para cada caso particular.
La gama Simon 44 AQUA dispone de modelos con distintos acabados aptos para la instalación en superficie o empotrada de enchufes, interruptores, detectores y otros mecanismos de la serie 27 en paredes, ofreciendo un nivel de protección IP55, óptimo para la mayoría de instalaciones exteriores con exposición media-alta a elementos ambientales.
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