Cómo ahorrar energía manteniendo la potencia contratada con una instalación domótica

instalación domóticaLa potencia eléctrica contratada es la potencia que suscribe un cliente con la compañía eléctrica en función de los aparatos eléctricos que tiene en su hogar. A más electrodomésticos más potencia tendrá que contratar. Este parámetro, tiene un peso importante en gasto y es la base de nuestro recibo de la luz. A más potencia más pagaremos a final de mes.

Hoy en día, la diversidad del parque de viviendas sitúa la potencia eléctrica contratada entre los 2,5kW (normalmente viviendas antiguas) y los 10 kW. En la actualidad, la potencia eléctrica contratada más habitual ronda los 4,4kW y, en los hogares con climatización y calefacción, se suele contratar sobre los 9kW mínimos.

Para el control por parte de la compañía suministradora eléctrica, existe un mecanismo denominado interruptor de control de potencia (ICP). El ICP, es el dispositivo automático cuya función es la de limitar el consumo máximo acorde a la potencia contratada. Su rasgo característico es que se instala individualmente en una caja precintable por la compañía eléctrica.

En el caso que pusiéramos a funcionar diferentes elementos de nuestro hogar (ya sea lavadora, secadora, horno, estufas…) al mismo tiempo, causaría una desconexión automática de la instalación eléctrica general, lo que nos dejaría sin luz en la totalidad del hogar. Esto podría provocar por ejemplo, la desconexión de algún otro aparato eléctrico como nuestra nevera, provocando tener que tirar la totalidad de nuestra despensa.

¿Cómo controlar la potencia contratada?

Para evitar estas situaciones, existen elementos racionalizadores de energía que por un lado, desconectan aquellos circuitos secundarios (o no tan importantes) en el caso de una sobredemanda de consumo (limitada por contrato con nuestra compañía) y por otro lado, evitan tener que pedir un aumento de potencia con el consecuente incremento de gasto fijo mensual en nuestra factura eléctrica. 

Los racionalizadores permiten limitar la potencia contratada a la Compañía eléctrica adecuando la potencia al consumo de la instalación. Estos suelen ser muy comunes en una instalación domótica.

Existen dispositivos como el energyguard, que monitoriza en % del consumo eléctrico en tiempo real de nuestra instalación en base a nuestra potencia contratada con lo cuál nos informa y conciencia al visualizar el gasto eléctrico y su evolución al desconectar/conectar los aparatos eléctricos y, a su vez, si el consumo llega al límite, se desconectan 2 cargas no prioritarias.

Con esta solución tan sencilla, podemos ver qué elementos de nuestro hogar son los que consumen más y, nos da la tranquilidad que no se producirán “saltos del automático” manteniendo un buen uso y funcionamiento de los aparatos eléctricos.

Existe incluso la posibilidad, en caso de ausencia, de conectar estos dispositivos a un sistema domótico como el VOX Basic o Vox.2, simplemente para alertarnos que se ha activado la desconexión de los circuitos no prioritarios previamente seleccionados.

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