Capítulo aparte requieren las ausencias prolongadas y asiduas, como las que se producen en segundas residencias y viviendas vacacionales. Los largos períodos de desocupación brindan oportunidades perfectas a posibles asaltantes para introducirse en ellas, por lo que es primordial contar con sistemas eficaces de seguridad que garanticen la integridad del espacio, la seguridad de los bienes que contienen y, especialmente, nuestra tranquilidad.
Puedes profundizar en este tema con esta guía:
La seguridad en segundas residencias
Alarmas y detectores de movimiento
Este tipo de componentes se pueden instalar en cualquier tipo de vivienda, incluyendo evidentemente nuestra residencia habitual. No obstante, su uso durante la ausencia por viajes o vacaciones, en la que hemos visto que es recomendable contar con la supervisión regular del hogar por parte de personas de confianza, puede ocasionar situaciones incómodas: alarmas que saltan porque la persona que acude a nuestro domicilio para supervisarlo olvida el código de desactivación, sensores de movimiento que activan alarmas por el mismo motivo…
No obstante, en segundas residencias este riesgo es mucho menor (normalmente, no contaremos con nadie que visite regularmente la vivienda), por lo que su instalación y uso resulta altamente recomendable. Y de nuevo, hallamos en el kit de alarma antiintrusión inalámbrico SIMON VOX Basic un firme aliado, económico, modulable, personalizable y muy simple de instalar.
Este kit está compuesto por una consola central, un módulo de enlace GSM para comunicaciones inalámbricas (en caso de intrusión, informa de ella a usuarios de hasta 4 líneas telefónicas distintas), no requiere de ningún tipo de programación y la instalación precisa una obra mínima (se trata de componentes instalables en superficie, comunicados entre sí por radiofrecuencia). El kit básico también incluye 2 detectores antiintrusión y la posibilidad de enviar informes vía SMS a cualquier dispositivo móvil.
Consideración de suministros y exteriores
Por supuesto, en una segunda residencia no deberían quedar abiertos ningún tipo de suministros durante nuestra ausencia, básicamente para evitar posibles accidentes. No obstante es necesario, en el caso de alarmas, detectores y balizas, contar con una fuente de alimentación eléctrica alternativa, para lo cual disponer de una derivación para este fin que proceda directamente del cuadro eléctrico principal puede ser una buena solución, permitiendo de este modo desconectar las demás derivaciones.
Con una línea de derivación eléctrica alternativa para alimentar dispositivos de seguridad, también podemos minimizar el efecto llamada que producen las ausencias prolongadas, empleando, por ejemplo, elevadores automáticos de persianas, sistemas de riego (en el caso de disponer de jardín) o balizados luminosos exteriores que se enciendan y apaguen a distintas horas, según los programemos.
Para realizar instalaciones eléctricas en exteriores, recomendamos la lectura de la Guía para la decoración de exteriores y jardines, la cual contiene toda la información necesaria para este propósito.
Evitar reclamos
Siguiendo con la pauta ya comentada de evitar el efecto llamada para intrusos y posibles asaltantes, es importante tener en cuenta, especialmente en segundas residencias, que los elementos de ostentación llaman la atención y, por ello, deben evitarse. Ciertos elementos decorativos exteriores, o interiores si se encuentran a la vista pueden ser el motivo para una incursión no deseada, una intrusión o un allanamiento que, aunque no terminen en robo (es imprescindible no dejar objetos de valor en las viviendas no habituales), pueden causar serios desperfectos. El mejor modo de proteger una vivienda es, sin duda, evitar llamar la atención y, evidentemente, no dejar en ella bienes o elementos susceptibles de ocasionar un asalto.
Sea como sea, contar con la colaboración de vecinos que dispongan de acceso a la vivienda si se precisa (aunque no sea para ejercer un control regular y asiduo de la misma) puede resultar, también, de gran ayuda. Si no se dispone de este tipo de alianzas, siempre quedará como alternativa la videovigilancia, con cámaras que se pueden mantener constantemente activadas o que se pueden encender remotamente en el momento en que se precise hacerlo.
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