Medidas generales básicas de seguridad en el hogar

Nuestra presencia en el hogar es un factor de seguridad de gran importancia; como decíamos anteriormente, la mayoría de percances como intrusiones, allanamientos y robos se producen durante nuestra ausencia. Una vivienda vacía es, pues, más vulnerable que otra ocupada, y esto lo debemos tener muy presente a la hora de diseñar un sistema de seguridad integral para el hogar que ofrezca las máximas garantías.

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Los motivos para dejar un hogar vacío son distintos y variados: desde ausencias prolongadas a salidas más o menos puntuales, o regulares y diarias, y por este motivo cada supuesto ocupará un post propio en esta serie de artículos. No obstante, podemos enumerar un conjunto de medidas que deberían tomarse en cualquier caso y situación, que protegerán nuestros hogares y su contenido cuando se hallen vacíos.

 

Seguridad básica en el hogar

 

Seguros

Disponer de un buen seguro para el hogar es, a día de hoy, imprescindible. Tanto si se trata de una vivienda propia como de alquiler, contratar una póliza de seguros cubrirá nuestras espaldas y nos aportará un elevado nivel de tranquilidad.

En Internet existe un gran número de buscadores y comparadores que nos ayudarán a encontrar el seguro para el hogar con la mejor relación calidad-precio, el que más se ajuste a nuestras necesidades y posibilidades. sin embargo, debemos tener en cuenta varias cuestiones antes de contratar una póliza de seguros para la vivienda, las cuales influyen enormemente en sus coberturas y su precio final:

 

  • Vivienda en propiedad o de alquiler: si se trata de una vivienda en propiedad, el tomador del seguro deberá tener en cuenta la cobertura de la póliza en lo que respecta a la responsabilidad civil (límites de cobertura por accidentes y otro tipo de percances que afecten a terceros), al continente (estructura de la vivienda, instalaciones y suministros) y el contenido (bienes y muebles que contenga la vivienda). En el caso de viviendas de alquiler, el arrendador debe asumir los costes de asegurar el continente, y el arrendatario la parte de la póliza correspondiente al contenido (sus bienes). Es altamente recomendable, por lo tanto, que haya un acuerdo entre las partes al contratar una póliza de seguros.

 

  • Condiciones de la vivienda: al contratar un seguro del hogar se nos requerirán datos concernientes al año de edificación, la zona en la que se halla, si se trata de una vivienda de nueva construcción o de segunda mano… todo ello influirá en el coste y la cobertura de la póliza. También lo harán ciertas condiciones coyunturales, como el tipo de puertas y ventanas que se hallen instaladas (puertas blindadas, cristales dobles, tipo de carpintería…) así como los cierres con los que cuenten, o si existen alarmas u otros sistemas de seguridad instalados.

 

  • Uso de la vivienda: finalmente, otro factor influyente en el precio y las coberturas de la póliza de seguros será el uso al que se destine la vivienda, es decir, si se trata de una primera o segunda residencia (o lo que es lo mismo, si se halla vacía y desocupada durante períodos de tiempo prolongados).

 

Sistemas y componentes de seguridad

En el mercado, existen un sinfín de posibilidades al alcance para proteger nuestros hogares frente a casi cualquier tipo de amenaza, tanto interna como externa. Los más eficaces y eficientes, sin duda, son los sistemas electrónicos de seguridad, de los que ya hablamos detalladamente en la guía Hogares y negocios seguros.

Guía: Hogares y negocios seguros

No obstante, sea cual sea la opción elegida a la hora de proteger nuestra vivienda durante ausencias más o menos prolongadas, debemos tener en cuenta los siguientes riesgos y amenazas:

 

  • Allanamientos, intrusiones y vandalismo: riesgos procedentes del exterior, que se pueden mitigar fácilmente instalando cierres de alta seguridad en los accesos a la vivienda, alarmas antiintrusión u otros mecanismos disuasorios.

 

  • Accidentes domésticos: riesgos procedentes del interior de hogar que pueden poner en riesgo la integridad física y/o moral de sus habitantes, tanto personas como mascotas, así como los bienes que contienen e incluso la misma infraestructura. Las alarmas técnicas (avisadores de fugas y escapes) y de emergencia son, para estos casos, los sistemas más adecuados para proteger una vivienda. También es preciso tomar las medidas oportunas para proteger los componentes más sensibles del hogar (instalaciones de suministros y otros elementos de riesgo) de manipulaciones indebidas, golpes y otro tipo de percances que pueden ocasionar accidentes o situaciones indeseables.

 

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