Los costes energéticos de una vivienda estándar

Resulta algo difícil calcular de un modo universal el consumo eléctrico de una vivienda estándar, sobre todo teniendo en cuenta que no son únicamente las dimensiones del hogar o la cantidad de electrodomésticos de los que se dispone los factores determinantes del consumo de electricidad de una vivienda. La orientación del edificio, las medidas y los dispositivos de eficiencia energética con los que se cuente, el tipo de calefacción o de bombillas que se usen entre muchos otros factores cuentan, de un modo fundamental, a la hora de determinar el consumo energético de un hogar medio.

Sin embargo, organizaciones de consumidores como la OCU, o institutos públicos como el IDAE, ofrecen estudios con datos aproximados del consumo medio de una vivienda en España que nos pueden ser de utilidad para realizar un primer cálculo orientativo.

 

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Según estos datos, aproximadamente el 20% de la energía consumida en España se destina a los hogares, los cuales muestran diferencias relevantes según se trate de pisos, casas adosadas o inmuebles aislados (en este último caso y por norma general, el gasto energético se duplica respecto al de los pisos).

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El consumo energético medio

De media, en España se consumen 9.922 Kw/hora, siendo esta cifra, para los pisos, de 7.544 Kw/hora (el doble para las viviendas unifamiliares). Se calcula que este consumo, traducido a petróleo (la base de la producción energética), equivale a 0,85 toneladas por hora, que se distribuye del siguiente modo (con cifras medias anuales aproximadas):

  • Iluminación: 420 Kw/hora.

  • Cocina y agua caliente: 2.700 Kw/hora.

  • Electrodomésticos: 2.000 Kw/hora.

  • Calefacción/aire acondicionado: 5.400 Kw/hora.

 

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Observamos que, claramente, los sistemas de calefacción y aire acondicionado son los que más consumo energético requieren, por lo que también representan una mayor oportunidad de ahorro si aprendemos a optimizarlos convenientemente. De ello nos ocuparemos más adelante, en otros posts.

También centrarán nuestra atención los sistemas de iluminación que nos permitan reducir costes energéticos, aunque este capítulo represente el de menor incidencia sobre nuestra factura eléctrica. Sin embargo, para poder calcular con algo más de detalle en cuál de estos apartados nuestros hogares sufren una mayor pérdida energética, deberemos considerar con especial atención qué tipo de electrodomésticos usamos con mayor frecuencia. También sobre este punto disponemos de datos concretos y objetivos, que nos ofrecen un panorama general de los usos de electrodomésticos y sus consumos respectivos en viviendas medias españolas.

Uso y consumo de electrodomésticos

Se calcula que los electrodomésticos más frecuentes (más de un 90% de los hogares disponen de ellos) son el frigorífico, la lavadora, el ordenador, el microondas y el televisor, siendo este último el de mayor implantación en los hogares (casi el 95% de las viviendas habituales disponen de al menos un televisor). Son, pues, los electrodomésticos que representan un mayor consumo energético en términos generales, determinándose para cada caso del siguiente modo aproximativo:*

  • Televisor: entre 50 W y 200 W (según modelo, dimensiones, fabricante…).

  • Lavadora: entre 300 W y 1.100 W (según el programa usado).

  • Frigorífico (+ congelador): entre 110 W y 500 W (según modelo, año de fabricación, etc.).

  • Ordenador: 300 W (variable en función de monitores, dispositivos conectados, año de fabricación, modelos, etc.).

  • Microondas: entre 1.000 W y 1.500 W (según modelo, fabricante, programa utilizado…).

* Consumo medio por electrodoméstico encendido.

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Aunque estas cifras sean variables, ofrecen una primera aproximación a los distintos consumos por electrodoméstico, permitiéndonos obtener una visión general del mapa de consumos que podemos trazar para un hogar estándar. Otros electrodomésticos secundarios, con menor implantación (como secadoras, lavavajillas, vitrocerámicas u hornos eléctricos, la presencia de los cuales en hogares oscila entre el 30% y el 70%), podemos evaluarlos en función de los datos ofrecidos, comparándolos con electrodomésticos de características similares (lavadora-secadora-lavavajillas, microondas-horno eléctrico, etc.) para obtener un resultado aproximado de su consumo medio.

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